A lo largo de 2025, la proporción de buques que evitan el Mar Rojo y el Canal de Suez se mantendrá al mismo nivel que en 2024, pero si volvieran a las rutas habituales, ambos mercados podrían empezar a debilitarse.
La flota de petroleros de crudo crecerá un 0,5% durante 2024 y un 1,2% durante 2025, mientras que el crecimiento de la flota de petroleros de productos será del 1,6% y el 4,8% durante 2024 y 2025, respectivamente.
Como los petroleros navegan cada vez más a través del Cabo de Buena Esperanza debido a los ataques en el Mar Rojo, la demanda en toneladas-milla ha crecido un 12% interanual, que llega a un 13% en el caso de los petroleros limpios.
En febrero el volumen de crudo a flote aumentó en 85 millones de barriles, y a final de mes alcanzó los 1.900 Mb, principalmente a causa de los desvíos de petroleros por el cabo de Buena Esperanza.
Las perspectivas a corto plazo parecen positivas para los petroleros de crudo, pues el equilibrio entre la oferta y la demanda podría estrecharse debido al escaso crecimiento de la flota y a las mayores distancias de navegación.
Si todos los petroleros que normalmente transitan por el Canal de Suez lo hacen por el Cabo de Buena Esperanza, las distancias medias de navegación aumentarán entre un 10% y un 17%.
Los fuertes beneficios y el valor del mercado de segunda mano, así como el descenso en las entregas de buques nuevos, han contribuido probablemente al bajísimo nivel de reciclaje de los petroleros de productos.