La confianza de los consumidores en la economía española ha mejorado y eso se refleja en un aumento considerable en el mercado del consumo y por tanto, en el comercio electrónico.
Una de las principales tendencias actuales es la humanización de los canales de venta, aunque las nuevas tecnologías permitan dar un servicio sin interacción humana.
La primera compra del e-commerce se realiza por el precio, mientras que la segunda, según un informe elaborad por 'Ipsos España' y Webloyalty, se realiza por el servicio recibido.