Las obras, en una zona con una alta intensidad circulatoria de vehículos pesados, permitirán mejorar la seguridad vial en el tramo y mejorar la conexión de la AP-7 con la comarca castellonense del Bajo Maestrazgo
La falta de espacio para camiones en las áreas de servicio de la AP-7 entre Castellón y el sur de Barcelona dificulta que los transportistas puedan realizar correctamente sus tiempos de conducción y descanso.
Varias asociaciones vinculadas a CETM se plantean convocar marchas lentas y cortes de carreteras para exigir que los vehículos pesados puedan abandonar las autopistas en las salidas más cercanas a sus destinos.
La entrada en vigor de estos desvíos supone "un nuevo revés al transporte por carretera" que tendrá consecuencias sobre los márgenes de beneficio de un sector "permanentemente acosado" por factores externos.
El sector del transporte protesta contra la inminente obligatoriedad de los desvíos de camiones a la AP-7 y pide que las administraciones inviertan en la mejora de la seguridad en la N-340.