Aunque el Gobierno se ha mostrado favorable a la idea planteada, que permitiría aumentar la eficiencia de esta rama de las Fuerzas Armadas, el problema sigue siendo la financiación.
La adscripción al Ministerio de Defensa de las tareas de planificación, dirección y control de la empresa pública Navantia no conllevará que se vayan a tomar decisiones con respecto a la actividad civil de los astilleros.