El sistema LNG permite una reducción de peso en vacío, que supone un aumento de la capacidad de carga, así como un ahorro de hasta 10.000 euros en los trabajos de distribución.
Mediante el uso de metanol las emisiones de azufre, SOx, se pueden reducir aproximadamente hasta un 99%, de NOx, un 60%, las partículas un 95% y el dióxido de carbono, un 25%.
Este camión registra una eficiencia energética entre un 30 y un 40% superior, lo que se traduce en un consumo de combustible de alrededor de un 25% inferior al compararlo con los vehículos de gas tradicionales.
La utilización del gas licuado como combustible permite que el nuevo camión Volvo sea entre un 30 y 40% más eficiente, lo que se traduce en un ahorro de combustible del 25%, y en una importante reducción de las emisiones de CO2.
El gas natural licuado, es una alternativa viable, con menores emisiones frente al diésel, pero que precisa la creación de las infraestructuras necesarias para su puesta en marcha en Europa.