Tras Bélgica y Luxemburgo, España fue el tercer país que empezó a utilizar el nuevo sistema de la marca japonesa, ya que la compañía se vio obligada a tomar el control de su logística.
En la terminal de Barcelona se unificará la distribución de los automóviles de Mazda a siete países europeos, de este modo, Autoterminal se convierte en el hub del fabricante en el Mediterráneo.