La normativa comunitaria impide cualquier rescate público a empresas en crisis, por lo que se debe avanzar en el proceso de liquidación y buscar posibles inversores.
Acabar la draga de Van Oord sería la mejor solución para mantener el empleo, pero el armador holandés pone cada vez más trabas al Ejecutivo y sigue reclamando un nuevo inversor.
Lo más razonable actualmente, según el Ejecutivo, es conseguir la construcción de la draga de Van Oord para ganar tiempo en la búsqueda de inversores de confianza que pudieran estar interesados.
El Parlamento Vasco ha instado a la administración autonómica a elaborar un informe para respaldar una adquisición público-privada de los activos de La Naval, garantizando su continuidad.
El astillero, con cuatro buques en proceso de construcción, necesitaba una ampliación de capital cifrada en 42 millones de euros que no ha podido completarse.