La Comisión Europea establece una serie de condiciones para aprobar la compra de ITA Airways por Lufthansa que incluyen compromisos para abrir a la competencia vuelos de corta y larga distancia, así como en el aeropuerto de Milán Linate.
El Ministerio italiano de Economía y Finanzas y Lufthansa también abren la posibilidad a permitir una posible adquisición de las acciones restantes por la aerolínea alemana.
Inicialmente, la germana pretende hacerse un hueco con una participación minoritaria y, al tiempo, conseguir opciones exclusivas para hacerse con el resto del capital de la italiana posteriormente.
MSC abandona la carrera por hacerse con ITA Airways y deja sola a Lufthansa, que sí que mantiene su interés por comprar la aerolínea italiana sucesora de Alitalia.
MSC y Lufthansa muestran interés en la compra de ITA Airways, que sustituyó a la antigua Alitalia, y piden noventa días para diseñar la operación y someterla a aprobación.