La desconfianza en el sector, tras la suspensión del anterior sistema de 'tax lease', la obligación de devolver las bonificaciones a los inversores y la reforma del sistema financiero y el menor crédito disponible, han perjudicado a los astilleros españoles.
Los contratos de Armón con empresas mexicanas y la Autoridad del Canal de Panamá y los de Gondán con el armador sueco SMS, aseguran carga de trabajo hasta 2015 y 2016, respectivamente.