Una de las principales impulsoras ha sido la crisis del mar Rojo, dado que muchas empresas se han visto obligadas a transportar sus mercancías por avión para evitar los conflictos marítimos.
Ahora mismo, la situación se ha estabilizado y los recargos aplicados por las navieras han desaparecido de casi todas las rutas, a excepción de las que tienen que pasar por Cabo de Buena Esperanza, pero no es descartable que retomen de nuevo las medidas.