En plena efervescencia de las exigencias del comprador de e-commerce en España, que demanda entregas más ágiles y flexibles, ¿qué pueden esperar todos aquellos ciudadanos que residen en los pueblos españoles?
El crecimiento de la distribución urbana de mercancías y su gestión se han convertido en uno de los principales retos del proceso de transformación de las ciudades en ámbitos urbanísticos y legislativo.
Durante los últimos meses han sido bastantes las ciudades españolas que han ido introduciendo novedades en las regulaciones municipales relacionadas con el acceso a los centros urbanos, así como el uso de las plazas de carga y descarga.
Es sabido que el sistema de relaciones laborales en España se conforma sobre la base de la negociación colectiva y los convenios colectivos para regular derechos y obligaciones laborales.
Las redes sociales han dejado de ser un mero escaparate para convertirse en un canal real de venta capaz de poner fácilmente en contacto a las empresas con su público objetivo, y a los compradores con marcas que ofrecen productos de su interés.
Desde el sector del gran consumo se está realizando una fuerte apuesta por el e-commerce, tratando de ofrecer todas las opciones posibles para facilitar la experiencia de compra y captar nuevos clientes.
Los defensores de este nuevo modelo sostienen que los ciudadanos deberían poder vivir, trabajar, comprar, estudiar y atender sus necesidades de salud y entretenimiento sin desplazarse a más de 15 minutos de su casa.
El progresivo acercamiento de los stocks a los centros de las ciudades para mejorar la operativa y reducir costes hace que surjan preguntas relacionadas sobre la necesidad de desarrollar nuevos centros logísticos en un contexto de suelo escaso y caro. Aún queda camino por recorrer para encontrar un modelo satisfactorio que aúne movilidad, operativa, eficiencia y rentabilidad.
La logística es uno de los factores clave para el éxito del canal on-line. Alerce trabaja para facilitar la integración tecnológica entre operadores logísticos y e-commerces para poder dar servicio a un cliente que cada vez tiene más poder de decisión.
El año 2022 se ha cerrado con un fuerte descenso en la contratación de repartidores y mensajeros, tras crecer de manera ininterrumpida entre 2018 y 2021.