En total, requerirá una inversión de 100 millones en la primera fase, pudiendo llegar a 1.000 en 2030, en función del crecimiento de esta alternativa energética limpia.
Los compromisos ante Competencua persiguen garantizar que el acceso a las infraestructuras de Disa por parte de los competidores de Shell Aviation se produce en condiciones objetivas, transparentes y no discriminatorias.