Pulsar Properties ha evolucionado a lo largo de los últimos veinte años junto al sector logístico que ha pasado a ser un elemento clave para el desempeño de cualquier empresa, con unos activos inmologísticos que también han experimentado una transformación radical.
La decisión ha provocado un fuerte rechazo por parte de los sindicatos de ambos astilleros, preocupados por la posibilidad de que la fusión conduzca a un despido masivo.
En total, son tres los metaneros que la naviera tiene pendientes de entrega por parte de DSME, que ya ha recibido cinco pedidos para esta clase de buques en lo que va de año.
En el mes de marzo, Hyundai firmó un acuerdo de compra de su rival con la entidad financiera estatal Korea Development Bank, que cuenta con una participación del 55,7% en el astillero.
La naviera ha decidido ejercitar ahora esta opción, ya prevista en su pedido de 11 embarcaciones de este tipo en septiembre de 2017, que fueron encargados a los astilleros de Samsung y DSME.
Bruselas pretende averiguar si esta operación podría reducir la competencia en el mercado de la construcción de buques para el transporte de mercancía, lo que tendría consecuencias negativas para los consumidores de la Unión Europea.
La Comisión Europea prohibe la compra del astillero DSME por Hyundai Heavy Industries por su impacto como empresa dominante en la producción mundial de buques de GNL.
Parece poco probable obtener el visto bueno después de que se negasen a resolver las preocupaciones de la Comisión Europea y únicamente plantearan una solución considerada insuficiente.
Las nuevas embarcaciones podrán utilizar ‘scrubbers’ para la depuración de gases nocivos para el medio ambiente o bien ser propulsados por Gas Natural Licuado, GNL.