Esta medida se toma para centrarse en su participación en Hapag-Lloyd que, tras la última inversión, alcanza casi el 30% del capital de la naviera alemana, lo que le convierte en su accionista principal.
A pesar de haber aumentado el volumen transportado, los resultados financieros de la compañía alemana han registrado descensos debido a los costes de adquisición e integración de CSAV.
Este relevo viene motivado por la reciente adquisición de CSAV, ya que un acuerdo entre accionistas le otorgaba la potestad para elegir al nuevo director financiero.
Con capacidad para 1.400 contenedores refrigerados, los nuevos buques están dirigidas al transporte de carga perecedera, en particular, fruta, verdura, pescado o carne.
Las compañías CSAV, Kühne Maritime y HGV, principales accionistas de la naviera, pondrán en común el 51% del capital social con el objetivo de decidir las líneas estratégicas a seguir.