Mercè Conesa, presidenta del Puerto de Barcelona y Lluis Gómez Fernández, comisionado de Promoción Económica, Empresa e Innovación del Ayuntamiento de Barcelona, le acompañan como vicepresidentes de la institución.
El alquiler tendrá una duración de 50 años y el objetivo es atraer a nuevos operadores internacionales y convertir a Barcelona en la principal puerta de entrada del sur de Europa de mercancías.