El creciente número de cargadores con centros de producción en Rumanía, así como la congestión diaria de las carreteras en la frontera rumano-húngara han sido determinantes para la creación de esta nueva conexión.
En su configuración final, serán las primeras locomotoras de Europa capaces de realizar tráficos internacionales en los ejes Norte-Sur y Oeste-Este, gracias a su función multisistema.
El objetivo es impulsar el cambio modal, pudiendo sacar 10.000 camiones de la carretera al año, lo que supone un ahorro de aproximadamente 18.000 toneladas de CO2.