El consejero delegado de BASF Española representará a esta entidad, centrada en el crecimiento y la evolución de buenas prácticas sostenibles empresariales y públicas.
El proyecto tiene como objetivo facilitar el transporte intermodal tanto en el mercado doméstico como en los flujos de mercancías entre Europa y Península Ibérica.
Aparte de los dos proyectos propios, España participa, junto con otros países de la Unión Europea, en otros siete planes seleccionados en áreas como la eficiencia energética y la adaptación de puertos, sistemas de gestión del tráfico ferroviario y las autopistas del mar.
La construcción de la nueva terminal, auspiciada por cinco empresas supondrá una inversión de cerca de 30 millones de euros, estando previsto el inicio de las operaciones durante el primer trimestre de 2017.
El proyecto básico prevé disponer de tres vías de 500 m, con una capacidad para mover 65.000 contenedores al año; abierto a todo el sector industrial del polígono petroquímico sur, con disponibilidad las 24 horas del día y una capacidad de ocho trenes.
En los próximos días se publicará en el Diario Oficial de Cataluña para que durante el periodo de información pública, administraciones, entidades y particulares puedan presentar las alegaciones que consideren oportunas.
El objetivo de Basf es que la terminal pudiera estar operativa en un periodo de 15 meses una vez llegue el tercer carril ferroviario comprometido por Fomento en Tarragona.