Ambos astilleros habían estudiado con anterioridad la posibilidad de abordar desarrollos de manera conjunta, pero no ha sido hasta ahora cuando han materializado su alianza.
La desconfianza en el sector, tras la suspensión del anterior sistema de 'tax lease', la obligación de devolver las bonificaciones a los inversores y la reforma del sistema financiero y el menor crédito disponible, han perjudicado a los astilleros españoles.
Casi un año después de que entrara en vigor el nuevo sistema, los astilleros nacionales han conseguido retomar la actividad de contratación tras más de dos años de paralización debido al expediente abierto por la Comisión Europea.