Los nuevos aranceles norteamericanos desatan una guerra comercial internacional que se traduce en respuestas inmediatas con medidas similares en China, Canadá y, próximamente, también en Mexico.
Los nuevos aranceles anunciados por Trump al acero y el aluminio, así como el alto el fuego en Gaza que podría suponer la vuelta de las rutas al Mar Rojo, son vistos por el momento con cierto escepticismo en el sector del transporte marítimo.
Drewry recuerda que el transporte marítimo suele manejarse bien en las crisis, pero cree que lo más sensato es esperar a que las cosas sucedan para reconsiderar las estrategias.
Los expertos entienden que hay que tomarse estos anuncios con cautela y esperar para tomar decisiones hasta tener la certeza de lo que va a suceder o no.
El comercio mundial superará los 29 billones de dólares en 2033, pero las rutas ya se estaban desviando de los patrones históricos y los aranceles estadounidenses acelerarán esta tendencia.
En el peor de los casos, se anunciarían aranceles generales para China y el resto del mundo simultáneamente, y la prisa por importar mercancías a EE.UU. antes de que entren en vigor podría ser devastadora.
Los datos demuestran que la última vez que Trump aumentó los aranceles sobre las importaciones chinas durante la guerra comercial en 2018, las tasas de transporte marítimo de contenedores se dispararon más del 70%.
El candidato defendió su política comercial durante el debate presidencial, aludiendo a la aplicación de aranceles generales de hasta el 20% sobre todas las importaciones, y aranceles adicionales del 60% al 100% sobre los productos de China.
Estados Unidos plantea nuevos aranceles para productos como el aceite de oliva, la aceituna de mesa, el vino, los quesos, los cítricos y la carne de cerdo producidos en España a aplicar a partir del 18 de octubre.