Uno de los principales retos reside en conseguir mano de obra, lo que obliga a las empresas a impulsar la productividad y eficiencia de los trabajadores, y apostar por la automatización de las operaciones.
Los datos reflejan un gran dinamismo y capacidad de adaptación por parte de los almacenes frigoríficos, con un aumento del empleo que es un claro indicador de la expansión y desarrollo del sector.
Las Islas Canarias muestran la tasa más alta de ocupación, con un 85,74%, seguidas muy de cerca por la región Centro, con un 85,12% y la Comunidad Valenciana con un 84,24%.
La extrapolación al total del sector de la información recogida por Aldefe permite estimar su facturación durante el tercer trimestre en más de 104,5 millones de euros.
La inflación genera un escenario de altos costes de almacenamiento que se prolongará hasta bien entrado 2024, en un contexto dominado a nivel global por bajas tasas de disponibilidad de producto logístico, retraso en la finalización de nuevos desarrollos, especialmente especulativos, y dudas en la demanda ante la incertidumbre del consumo.
La situación de ocupación de los almacenes frigoríficos en España presentaba diferencias muy significativas entre las distintas regiones en el primer trimestre de 2023, con Canarias a la cabeza con un 95,2% y en el extremo contrario, la región Sur, con un 65,64% .
La extrapolación al total del sector de la información recogida por Aldefe permite estimar su facturación durante el segundo trimestre en más de 106,5 millones de euros.
La persistente inflación y las bajas tasas de disponibilidad, junto con el retraso en muchos proyectos por la subida en los precios de los materiales hará que los costes de almacenamiento se mantengan altos también en 2024.
Destaca Barcelona, en el puesto 16, como la segunda región más cara de Europa, con precios de 124,7 dólares por metro cuadrado, mientras Madrid, en el 25º lugar, ofrece precios que rondan los 89.
Los servicios de almacenamiento a la demanda se abre paso como opción flexible y económica para complementar inventarios en situaciones concretas como picos de demanda estacionales.