La decisión llega poco después de que se revocara la posible compra de Air Belgium por parte de Air One Belgium, un consorcio en el que participan la neerlandesa Peso Aviation Management y la británica Air One Holding International.
Ante la imposibilidad de repercutir el aumento de los costes fijos en las tarifas de los pasajeros, Air Belgium decidió en marzo cancelar vuelos a destinos poco rentables y muy sensibles a los precios.