Decía Octavio Paz que las palabras son puentes pero también son trampas, jaulas, pozos… Las palabras son inciertas y dicen cosas inciertas. Pero digan esto o aquello, nos dicen… Hay que hablar con palabras visibles y palpables. Con peso, sabor y olor. Como las cosas.
Puentes, trampas, jaulas y pozos… Cuatro palabras que compendian metafóricamente el objetivo del 'Libro rojo de la logística', escrito por logísticos para logísticos.
Puentes
En este trabajo las palabras son, sin duda alguna, puentes que nos permiten pasar de la teoría de una disciplina a un sentido práctico, útil y cercano de la misma, a través de una generosa exposición de vivencias y experiencias personales de gestores de éxito.
Los puentes generados por las palabras son una tremenda oportunidad que nos brindan no sólo para desarrollar nuestra profesión con mayores garantías de éxito, sino para consolidar, definitivamente, lo que la gestión logística y de la cadena de suministro es y debería ser.
Los puentes unen y facilitan el acceso también a los incrédulos de esta actividad, que haberlos haylos especialmente entre los ayatolás del transporte, y por lo tanto generan tremendas oportunidades de mejora a todos.
Trampas
Es cierto que las palabras pueden resultar trampas si pensamos que una vez apresadas sabemos todo de ellas, pero es que en este caso los autores de las palabras no han buscado un lugar en la historia, sino transmitir las mismas con el propósito de ser útiles, adentrándose para ello en el terreno de lo práctico, de lo concreto y compartiéndolo con los demás, lo que impide a esta obra caer en las trampas y la convierte, sin ningún género de dudas, en única no sólo en España sino también en un contexto más global.
Jaulas
¿Cuántas jaulas conocemos repletas de palabras atrapadas como consecuencia de la inacción de las partes?. ¿Cuántas instituciones públicas y empresariales no son capaces de construir puentes por estar atrapadas sus palabras en la lucha constante por no perder su statu quo?.
Seguro que les vienen inmediatamente a la cabeza innumerables ejemplos, Generalitat, Gobierno Central, CEOE, CNTC, Sindicatos... por eso la iniciativa del Foro Felog tiene un mérito especial, por el enorme esfuerzo realizado por sus miembros para poner a disposición de todos una obra que sin duda se va a convertir en referencia para los profesionales y docentes.
También lo tiene por no permitir las jaulas en su foro, por reunir oferta y demanda en un mismo espacio, por debatir para construir a través de compartir, por eliminar el statu quo del ADN del foro, por demostrar que el número de tarjetas, la facturación, los metros cuadrados, etc, no son importantes, el tamaño no importa, lo importante es compartir la visión de que todos debemos remar en la misma dirección, en definitiva, por demostrar al mundo institucional que las jaulas se pueden evitar y que oferta y demanda son dos caras de una moneda común.
Y pozos
¿Cuántas veces nuestros mayores generan tanta incertidumbre que nos abocan irremediablemente a sumergirnos en pozos?
Los pozos son accidentes creados por la falta de acción, de visión, de conocimiento y de talento. El talento y el conocimiento son las mejores armas para mejorar la vida de las sociedades y la logística en particular, pues contribuye directamente a la mejora de la competitividad a través de una excelente ejecución.
Lo paradójico de nuestro sector es que nos hartamos de decir que las “personas y la tecnología” son los factores diferenciadores, pero hasta hoy, con esta obra, no hemos sido capaces de poner en la mesa una iniciativa que merezca la penay vaya en la dirección correcta.
Apostar por la educación, por la formación continua, por la investigación y la innovación es una tarea urgente que no permite dilación alguna.
Una vez más, Felog y los participantes en esta obra nos dan una lección sobre cómo evitar los pozos, facilitando una herramienta extraordinaria de formación y desarrollo, todo ello sin acudir a los Fondos de Formación, tan creativamente gestionados y utilizados en nuestro país, ni tampoco a subvenciones o ayudas de otro tipo.
Se demuestra así que, mientras las subvenciones y la corrupción comparten credo religioso, la generosidad y el talento van siempre de la mano con la satisfacción del deber cumplido como única motivación.
Gracias a los autores de este libro por poner a nuestra disposición su oficio de forma tan generosa, os animo a seguir haciéndolo, a que las palabras no se queden atrapadas en las jaulas.
Al Foro Felog por su ejemplo, por construir estos puentes sin miedo a las trampas, a las jaulas y a los pozos y por enseñar el camino a las instituciones, aunque se corre el peligro de que no lo entiendan o no lo quieran entender, pues la miopía es uno de los grandes males que sufren.
Ciegos que, viendo, no ven
Como dice José Saramago en su 'Ensayo sobre la ceguera': "Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven".
La reflexión a la que nos invita no puede ser pasada por alto: en ella tienen cabida la situación actual, la estupidez de unos seres humanos que no quieren ver su alrededor, que no quieren conocer la vida real y se limitan a vivir las postales que les regala su estatus.
¿Qué tiene que suceder para que las instituciones se den cuenta de que tanto su rol como la forma de ejercerlo, no tienen futuro y de que, o se curan la miopía y cambian radicalmente, o, precisamente aquellos a los que dicen representar, les harán desaparecer?.
'Fac sapias et liber eris' (Consigue saber y serás libre).
Gonzalo Sanz
Ex presidente de UNO