Manuel Pérezcarro, secretario general de FROET

¡No me pises que llevo chanclas!

Los cargadores están acostumbrados a imponer sus condiciones al transportista, incluido el precio del transporte, porque es éste el punto más débil de la cadena logística.
10/03/2015 a las 23:07 h

prorrogadas las 44 toneladas en Cataluña durante un año más

Estaba pensando yo en un artículo de Manuel Fernández Rouco que titulaba “Quítate tú que me pongo yo” en el que criticaba el error cometido por las asociaciones de cargadores, Aecoc, Transprime y la propia suya Aeutransmer, de ir a la Administración por la puerta de atrás para que imponga las 44 toneladas y los mega-trailer, dejando al margen a los transportistas.

Lo cierto es que se han encontrado con la rotunda oposición del sector, que no esperaban porque creían tener las cosas controladas.

Decía, que pensando en este artículo, no sé por qué, me vino a la cabeza el nombre de ese divertido conjunto musical sevillano del agro-pop 'No me pises que llevo chanclas'.

Quizás por esa querencia que tienen los cargadores, salvo honrosas excepciones, a considerar al transportista como un pobre camionero a sus órdenes, vamos el último de la fila, y no me refiero al dúo musical barcelonés.

Los cargadores están acostumbrados a imponer sus condiciones al transportista, incluido el precio del transporte, porque es éste el punto más débil de la cadena logística, debilidad, por otra parte, debida a la enorme atomización del sector y la reducida dimensión de sus empresas. El transportista, por su parte, está demasiado acostumbrado a plegarse a los deseos de su cliente, aunque esto le perjudique.

Debido a ello, el sector de transportes ha venido demandando de la Administración medidas que le protejan contra el abuso, como el pago obligatorio de sus servicios a treinta días, la cláusula obligatoria de revisión del precio del transporte en función del precio del gasoil o el ejercicio de la acción directa contra el cargador por parte del transportista efectivo.

Deberíamos reivindicar otras muchas cosas, como la prohibición a los conductores de larga distancia –autónomos y asalariados-  de cargar o descargar las mercancías transportadas, obligando al cargador a tener personal y maquinaria a tales efectos; la supresión del intercambio de palets a costa del transportista; la remuneración obligatoria de las horas de paralización del vehículo en las operaciones de carga y descarga y así otras muchas cosas que no se mencionan en los foros de los cargadores.

Ahora se les ha metido en la petera, a los cargadores digo, que los camiones tienen que cargar obligatoriamente más toneladas para que a ellos les resulte el servicio más rentable, pero también a costa del transportista. Han estrujado tanto el limón que, con las condiciones actuales de capacidad de carga de los vehículos, no pueden sacar más jugo o no tanto como quisieran.

Es el slogan que está de moda, eficiencia equivale a transportar más (toneladas) por menos (precio). En este sentido, Manolo Rouco defiende que lo que pretenden conseguir los cargadores  con el aumento de pesos y dimensiones es transportar más por más. Pues bien, o Rouco es un ingenuo o piensa que lo son los transportistas.

¡Vamos, venga ya!. No me pises que llevo chanclas.

Manuel Pérezcarro Martín

Secretario general de Froet

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