Resulta cuanto menos curioso que unos transportistas, que no tienen relación comercial ni contractual alguna con Maersk y Noatum, pero sí la tienen con sus comercializadoras o agencias, de las cuales en la mayoría de las ocasiones son trabajador autónomo económicamente dependiente, decidan “unilateralmente” y sin connivencia aparente entre sí con el resto de transportistas de sus comercializadoras, no prestar servicio a Maersk, cuando realmente es dicha naviera la que tiene la relación comercial con las agencias/comercializadoras respectivas y no con los transportistas en cuestión.
Cabe preguntarse, por qué esas concretas comercializadoras, no dan servicio a su cliente Maersk, cuando en algunas otras ocasiones por menos han echado a la calle a transportistas suyos que se negaban a hacer algún viaje.
Cabe preguntarse, ante el silencio de quien dirige la Autoridad Portuaria de Bilbao, por qué no actúa al respecto, como sí lo ha hecho en otras ocasiones, y cuál es su opinión ante el hecho de que no se dé servicio en su Puerto a un cliente como Maersk.
Cabe preguntarse, qué tiene que decir Uniport, cuando representantes en sus órganos de dirección son algunas de esas comercializadoras que hoy no dan servicio, en perjuicio de la imagen y proyección de toda la comunidad portuaria de Bilbao, y con el riesgo de perder una línea importante como la de Maersk.
Cabe preguntarse, quién va a pagar la indemnización por la paralización del barco, ¿los transportistas que no dan servicio, las comercializadoras, Noatum o la APB?
Cabe preguntarse, si realmente, no hay detrás de todo esto una medida de presión de reparto del trabajo hacia dicha naviera, por parte de unas pocas comercializadoras en detrimento del resto, y más cuando la insostenible justificación de “no ajustarse a los precios de mercado” venga dada después de la materialización de un acuerdo al respecto entre las partes implicadas.
Carmelo González
Presidente de Sintrabi