El diseño de las instalaciones de PCI en naves logísticas responde a múltiples requerimientos que dependen tanto de lo establecido en el RSCIEI por la tipología del establecimiento industrial, como de las características constructivas típicas de estas naves y las necesidades operativas propias de los usuarios de las mismas.
Sumando a estas tres condiciones de partida los diferentes desarrollos normativos de los últimos años, llegamos a una tipología de proyecto de instalaciones de PCI fácilmente identificable: exutorios, cortinas compartimentadoras de humo, sistemas de rociadores ESFR, detectores de humos por aspiración, centrales en red entre edificios de una misma promoción, grupos de bombeo rondando los 500 m3/h, etc.
El advenimiento del nuevo RSCIEI, cuando llegue, cambiará algunas cuestiones a nivel de diseño y dimensionado, pero no va a cambiar las tipologías de las instalaciones ni tampoco el conocimiento que deben tener las empresas especialistas para su diseño e instalación.
Ahora bien, ¿qué pasa con estas instalaciones una vez que su control queda en manos del cliente final o del inquilino de la nave? Pues en muchos casos, estas instalaciones acaban siendo mantenidas por empresas que desconocen las particularidades que rodean el diseño de las mismas y que no tienen capacidad real para diseñarlas, optimizarlas, dotarlas de valor e instalarlas. La motivación para esto, aunque se justifique económicamente en el corto plazo, sólo puede venir de una mala interpretación de la importancia de un correcto mantenimiento de los sistemas de PCI.
En primer lugar, porque disponer de un certificado de mantenimiento emitido por una empresa homologada, no quiere decir que el mantenimiento realizado y las conclusiones obtenidas de éste sean los idóneos, aunque sean en apariencia correctos.
En segundo lugar, porque dicho certificado, pese a delegar en un tercero la responsabilidad civil que pudiera derivarse de un siniestro en caso de fallo del sistema de PCI, no protegería a la empresa del resto de problemas a los que se encontraría expuesta la actividad en caso de incendio. Merma de capacidad productiva, lucro cesante, pérdida total del activo, etcétera, son daños directos para los que la responsabilidad civil, simplemente, no es solución. Si entramos además en un supuesto de pérdidas humanas, simplemente no hay escala para evaluar el daño.
Es por esto, por lo que un mantenimiento adecuado y especializado de las instalaciones de protección contra incendios en naves logísticas es fundamental para garantizar tanto la seguridad como la continuidad operativa de estas infraestructuras. Delegar el mantenimiento en empresas que carecen de conocimientos específicos sobre el diseño y las particularidades de estas instalaciones puede llevar a riesgos significativos, desde ineficiencias operativas hasta posibles pérdidas materiales y humanas en caso de siniestro.
Sólo un mantenimiento gestionado por profesionales con un conocimiento integral del sistema de PCI, que posibiliten que éste evolucione junto a las necesidades operativas del cliente y los requisitos normativos, puede asegurar el valor y la eficacia de las instalaciones a lo largo de su vida útil, evitando así asumir riesgos innecesarios que podrían tener consecuencias graves y, en algunos casos, irreparables.