Hace pocos años se hablaba de la transformación digital como gran oportunidad para ahorrar costes operativos y ganar competitividad como si fuera algo del futuro. Los altos costes de los materiales y la escasa fiabilidad de los datos obtenidos hacían que las empresas desestimarán la posibilidad de incorporar IoT en sus procesos.
Muchas de las grandes multinacionales lo intentaron con recursos propios, pues era una manera de diferenciarse, mejorar la eficiencia en sus procesos, ganar rentabilidad y competitividad.
La llegada del Covid-19 ha hecho que muchas empresas tengan que replantear su línea de explotación para adaptarse a la nueva situación y garantizar su supervivencia. Dicho aspecto está acelerando la búsqueda de herramientas que permitan reducir en lo posible los costes operativos.
Las tecnologías como RFID, la sensorización (temperatura, humedad, impactos, etc) , la geolocalización , o la telemática en vehículos, ya están aquí, y han venido para quedarse.
Gracias a los datos obtenidos y a la automatización de procesos es posible reducir o eliminar muchas de las tareas que no aportan valor a la cadena de suministro y conseguir reducir costes en este ámbito.
También en cierto que en ocasiones la tecnología puede parecer algo muy general y ambiguo, y que es necesario llevarlo a casos prácticos y útiles que sean fáciles de implementar para mostrar todo su potencial.
[sumario]Gracias a los datos obtenidos y a la automatización de procesos es posible reducir o eliminar muchas de las tareas que no aportan valor a la cadena de suministro.[/sumario]
Hoy en día disponemos de varios tipos de tecnologías integrables bajo un mismo softwareque permiten conocer la trazabilidad de todos los activos que requiera una empresa en tiempo real. Con ello ya se hacen inventarios automáticos, localización de materiales en almacenes, contar entradas y salidas de productos de forma automática, geolocalizar envíos, localizar palés, garantizar la cadena de frío con Blockchain, etc.
Para los amantes de la eficiencia logística esto es como entrar en un parque de atracciones temático, se abre una puerta al más allá y la posibilidad de hacer cosas que antes eran imposibles y además, la posibilidad de hacerlas automáticamente, sin aplicar ningún recurso.
Ver como un camión sale de tu empresa y todos los palets que contiene en su interior son leídos de manera automática a bien seguro hace llorar de alegría a más de un apasionado. Sin contar, por ejemplo, cuando llega a nuestro almacén un pedido desde otro país con miles de productos y todos pasan por un túnel o arco garantizando el número exacto de unidades que han entrado, sin ningún error, así sin más.
Otro ejemplo muy ilustrativo es el de un operario que desde un toro recibe una orden de trabajo y desde su herramienta visualiza la ubicación exacta de dónde está el palet que busca. Una vez llega al lugar, no se baja del toro y lee automáticamente el palet, diciéndole la herramienta donde exactamente lo ha de depositar. Si contamos los tiempos de búsqueda de un palet, que en ocasiones ocurre en nuestros almacenes, más los tiempos operativos en subir y bajar constantemente de un toro, hablamos fácilmente de mejoras de la eficiencia de hasta un 30%.
Podemos decir que actualmente hay una alta fiabilidad de las tecnologías aplicadas y los costes de los materiales han bajado ostensiblemente, con lo que es una opción para cualquier tipo de empresa independientemente de su tamaño, una gran oportunidad para las pymes, a las que siempre estuvo vetada la tecnología punta.
Ahora viene la pregunta clave: ¿Cuándo debo de hacer este cambio en mi empresa? Cuando nadie lo tiene, te diferencia. Cuando todos lo tienen, te equipara.
Ahora está en manos de las direcciones de empresa tomar decisiones y ¡pasar a la acción!.