No es una novedad que la logística ha ido acaparando mayor importancia año tras año en el sector inmobiliario desde mediados de la última década. Lo que sí puede serlo, es el carácter estructural de este protagonismo.
Durante la pandemia del Covid-19 el sector inmologístico no sólo no se ha resentido sino que ha experimentado un gran crecimiento. Varias son las razones causantes de este hecho y que invitan a pensar en la inmologística como uno de los actores principales en los próximos años.
En primer lugar, estaría el espectacular crecimiento del e-commerce en España. Si bien es cierto que va a ser difícil seguir con la exponencial tasa de crecimiento producida durante la pandemia (durante 2020 llegó a haber crecimientos interanuales del 75%), las previsiones para 2025 son llegar al 14% que todavía estaría lejos de las previsiones de la media global del 18% o del líder mundial, Corea del Sur, con un 45%.
Por otro lado, algunas empresas han iniciado un proceso para traer de vuelta parte de la fabricación de productos a Europa tras los problemas de suministro producidos por la pandemia. Este proceso no ha hecho más que empezar y se irá intensificando conforme vayan avanzando los problemas en la cadena de suministro de cara al aprovisionamiento. Ya se están viendo (y padeciendo) en la economía global los efectos de la crisis energética y el estrangulamiento de la cadena de suministro traducidos en el mayor incremento de precios en los últimos 30 años en la mayoría de países de occidente (España no es ajena a este hecho).
El incremento de la producción en Europa requerirá de más espacio de almacenes donde ubicar el stock para su posterior distribución.
Además, el sector logístico es un sector mucho maduro más maduro y sofisticado que está inmerso está inmerso en un constante proceso de innovación a través de la digitalización, automatización y robotización.
Entre los próximos retos del sector se encuentra la descarbonización de la cadena logística. Las certificaciones de activos inmobiliarios logísticos son ya habituales en todos los nuevos proyectos y en naves construidas que necesitan actualizarse para asegurar que cumplen los requisitos de sostenibilidad de sus usuarios. Los operadores exigen una mayor inversión en elementos de mejora en la eficiencia energética, como la iluminación LED o los paneles solares entre otros.
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Por último, los activos logísticos podrían considerarse como un elemento de refugio en tiempos de inestabilidad. La logística ha demostrado una gran resiliencia en momentos de crisis como los vividos durante los peores momentos de la pandemia del Covid-19. Es la parte del sector inmobiliario comercial donde antes se han recuperado los indicadores económicos e inmobiliarios con niveles actualmente muy parecidos a los de la era pre-covid.
Todo lo anterior, ha hecho que haya una mayor confianza y conocimiento de los inversores del sector. La logística ha pasado de ser a nivel europeo un 10-12% de la inversión total en años anteriores a un 21% en 2021. La inversión ha ido aumentando sin parar, año tras año, desde 2013 hasta 2020 pasando de 12.000 millones de euros a 36.000 en Europa y de 230 a 1.450 en España. Este año las previsiones apuntan hacia otro record histórico superando los 40.000 millones en Europa y 2.000 en España.
