Soy optimista por naturaleza. Creo en el transporte de mercancías por carretera, en la capacidad de sus profesionales y en el valor estratégico que aportamos al tejido productivo. Y creo que tenemos argumentos suficientes para pensar que 2025 será un buen año para el sector.
Soy también realista. Estoy en contacto diario con muchas empresas de transporte que me comentan sus dudas y preocupaciones, y es evidente que tenemos un montón de desafíos por delante. Podríamos armar un discurso catastrofista, hablar una vez más de los problemas que ya conocemos, pero lo cierto es que hay demasiados datos positivos como para empeñarse en pensar que vamos a ir a peor.
Comencemos con los últimos datos de actividad del Ministerio de Transportes, relativos al tercer trimestre. De julio a septiembre, el transporte de mercancías por carretera ha movido en España un total de 418 millones de toneladas, casi un 8% más que el mismo trimestre del año anterior. Con esta evolución, todo apunta a que 2024 cerrará con el mejor resultado de actividad desde 2009. Nos tenemos que remontar nada menos que 15 años para encontrar un año con más tráfico en las carreteras.
Un aspecto relevante es que este ascenso se produce exclusivamente por los flujos domésticos. En un año marcado por la inflación y la incertidumbre económica en el contexto europeo, y muy especialmente en países clave para nuestro tráfico internacional como Alemania o Francia, la actividad económica continúa reactivándose en España y, por lo tanto, generando más movimiento para nuestros camiones.
Las perspectivas de los fabricantes españoles apuntan a una situación estable, con una mejora en la cartera de pedidos y en las expectativas de producción, y la confianza de que el entorno empresarial mundial mejore.
Para evaluar esta capacidad económica es fundamental revisar la producción industrial y las expectativas con las que operan las empresas para los próximos meses. En este sentido, las perspectivas de los fabricantes españoles apuntan a una situación estable, con una mejora en la cartera de pedidos y en las expectativas de producción, y la confianza de que el entorno empresarial mundial mejore durante los próximos doce meses.
Estos síntomas de fortaleza del sector manufacturero español son el mejor catalizador para el transporte de mercancías por carretera. El optimismo empresarial es la señal más alentadora para que en 2025 logremos consolidar el crecimiento de volúmenes que ya venimos observando en nuestros tráficos. Además, la estabilidad de los pedidos es una oportunidad para planificar mejor la cadena de suministro, con mayor precisión, mejor utilización de la capacidad de carga y menos costes operativos.
Faltará por comprobar si el sector será más rentable. Por el momento, el precio medio por kilómetro crece en 2024 a un ritmo del 2,1%, la cifra de negocios del sector sube un tímido 0,8% hasta septiembre, mientras que los costes del transporte aumentan un 3,5% hasta el tercer trimestre.
En Red & Pallets sabemos que en este desfase entre ingresos y gastos se libra la madre de todas las batallas y que no basta con mover más toneladas. La rentabilidad empresarial es el eje sobre el que hemos estructurado nuestra red, porque estamos convencidos de que la actividad de nuestras delegaciones debe ser sostenible y toda nuestra operativa la hemos diseñado con este objetivo. Y lo estamos demostrando.
2024 ha sido nuestro año de lanzamiento, con la puesta en marcha de una red que hemos construido desde cero y que ya conecta toda la Península, Canarias y Baleares. Estamos preparados para que 2025 signifique un gran salto en nuestros volúmenes de actividad, para avanzar hacia el objetivo de convertirnos en la mayor y mejor red de transporte paletizado de España y Portugal. Somos muy optimistas y nos sobran motivos para serlo.