Nadie podía predecir el cambio radical en las políticas económicas estadounidenses como consecuencia de la elección de Donald Trump como 47º presidente de los Estados Unidos. Dice que "arancel" es su palabra favorita. ¿Qué supone eso para las compras en el sector industrial?
Replantearse la estrategia de compras y aprovisionamiento debe pasar a ser una de las prioridades de la agenda. Las estrategias deben revisarse desde muchas perspectivas, pero aquí nos centraremos en las políticas propuestas y sus implicaciones en Europa y España.
Impacto en la industria europea
No sabremos con seguridad el panorama que nos espera, ni siquiera a corto plazo, hasta bien entrado el primer trimestre de 2025. Todo lo que podemos decir por ahora es que los fabricantes de la UE que exportan a Estados Unidos se enfrentan a un futuro incierto.
Además, si la postura más agresiva de Estados Unidos está dirigida hacia China, también es una mala noticia, ya que en muchos casos los fabricantes europeos se han vuelto altamente dependientes de los proveedores chinos en una amplia variedad de componentes.
Por supuesto, si las empresas europeas con instalaciones de producción estadounidenses dependen de materias primas o componentes importados, también se verán afectadas por los aranceles. Si esto los lleva a buscar abastecimiento local, también necesitarán reestructurar las cadenas de suministro, lo que probablemente aumentará los costes.
¿Impacto “limitado” en España?
La mayoría de analistas auguran un futuro incierto o negativo para la economía española, pero según BBVA Research, el impacto “directo” de un posible aumento de aranceles a las importaciones de EE.UU. se prevé limitado, dada la relativamente menor exposición comercial respecto al resto de países de la Eurozona.
Hay regiones, sectores y empresas que pueden verse particularmente afectados, sobre todo si el incremento en aranceles se focaliza en productos específicos.
Hay regiones, sectores y empresas que pueden verse particularmente afectados, sobre todo si el incremento en aranceles se focaliza en productos específicos. Las semimanufacturas y los bienes de equipo, como los químicos, muestran una mayor exposición a EE.UU. y serán previsiblemente de los más desfavorecidos. El tercer sector con mayor exposición es el de la alimentación, sobre todo por el impacto sobre las ventas de aceite de oliva y vino.
Cómo gestionar un futuro incierto
Entonces, ¿cómo deberían planear los fabricantes europeos para prosperar en este nuevo entorno? La Cámara de Comercio de España recomienda que “las empresas españolas apliquen las lecciones aprendidas en la anterior etapa, cuando expandieron su presencia a mercados emergentes, buscaron nuevos socios comerciales y avanzaron acuerdos con importadores y distribuidores estadounidenses para renegociar precios, plazos y condiciones, buscando repartir el impacto de los aranceles”.
Recomendamos que los fabricantes europeos utilicen análisis avanzados para realizar un análisis desde cero de sus costes para comparar el coste total de propiedad (TCO) en EE. UU. y Europa, teniendo en cuenta los posibles aranceles y los demás costes. Es preferible tener una lista completa de materiales (BoM) y comparar varios escenarios entre (por ejemplo) proveedores de EE.UU., la UE o Asia, y por componente individual en lugar de solo la lista de materiales general. Este enfoque basado en datos permite tomar decisiones informadas sobre la relocalización o la producción cercana.
También es recomendable revisar los contratos, adaptándolos para incluir cláusulas que aborden ajustes de costes relacionados con las tarifas, mecanismos de riesgo compartido y requisitos de sostenibilidad. Esta tarea se acelera significativamente con el software adecuado.
Es recomendable revisar los contratos, adaptándolos para incluir cláusulas que aborden ajustes de costes relacionados con las tarifas, mecanismos de riesgo compartido y requisitos de sostenibilidad.
Es necesario contrarrestar las interrupciones de la cadena de suministro y la volatilidad de los costes. Los fabricantes europeos deben asegurarse de estar equipados para gestionar y/o mitigar los riesgos. La capacidad de comunicarse y colaborar con los proveedores en tiempo real será esencial para responder rápidamente a cambios de tarifas o retrasos imprevistos.
Los fabricantes también deberán agilizar la planificación y previsión conjunta con los proveedores, lo que permitirá una gestión optimizada del inventario. Esto reduce el riesgo de exceso de stock o escasez en condiciones de mercado impredecibles.
En términos de gestión de la volatilidad de los costes, los fabricantes europeos con operaciones en uno o ambos lados del Atlántico deberían redoblar sus esfuerzos para garantizar la visibilidad del gasto y el control presupuestario para gestionar las posibles presiones inflacionarias y evitar el coste excesivo resultante de los aranceles y las tensiones comerciales.
Ante las incertidumbres geopolíticas y las políticas cambiantes, es esencial contar con una gestión de riesgos sólida. Las herramientas de evaluación de riesgos ayudan a mitigar la exposición a perturbaciones derivadas de la inestabilidad política o cuestiones relacionadas con los aranceles.
Por supuesto, en la medida de lo posible hay que aprovechar las instalaciones de producción estadounidenses para mantener la competitividad. Los fabricantes europeos deberían considerar los pros y los contras de aumentar la producción en las instalaciones de producción existentes en ese país o abrir nuevas plantas.
Muchos estados de EE.UU. ya ofrecen fuertes incentivos para la inversión interna, como subvenciones directas y exenciones fiscales. O tal vez haya que contratar a empresas estadounidenses establecidas como socios de producción.
La inteligencia de proveedores y las herramientas de colaboración, junto con una gestión de calidad eficaz para garantizar el cumplimiento de las normativas locales, pueden ayudar a empezar con buen pie. Y para finalizar, una buena noticia: esa tecnología está disponible; solo queda el paso –para quien aún no lo haya hecho- de aplicarla a los procedimientos empresariales.