Las prácticas del comercio electrónico siguen evolucionando con un mercado cada vez más maduro y en el que parece ganar terreno la búsqueda de mayores rentabilidades.
En este contexto, parece que poco a poco van generalizándose los cobros por envíos que no alcancen unos umbrales mínimos, e incluso parece que estas prácticas también se extienden a las devoluciones, precisamente uno de los talones de Aquiles del canal on-line, junto con las entregas fallidas.
Así pues, con la llegada de febrero, Zara ha modificado sus condiciones de entregas y devoluciones de comercio electrónico para empezar a cobrar por aquellos retornos para los que el cliente solicite la recogida domiciliariade los productos a devolver a la empresa en España, en una experiencia similar a la que ya tiene en otros mercados internacionales.
En concreto, la principal enseña de Inditex descontará los costes de cada devolucióncon servicio de recogida a domicilio del importe del reembolso pertinente en cada pedido.
Lo cierto es que cada vez más empresas intentan recuperar costesque hasta ahora no se habían repercutido a los clientes, bien con la intención de reducir devoluciones que generan una actividad conflictiva como las devoluciones, o bien para reducir costes de un canal en el que hasta ahora la apuesta se centraba en generar volúmenes para que fuera rentable.
Como consecuencia, el comercio electrónico parece estar abriéndose a una nueva fase en la que parece que los servicios de envío se cobrarán puntualmente o mediante suscripciones.
