Waberer's tuvo problemas de sobrecapacidad en la segunda mitad de 2018.
La presión que ha vivido durante todo el año pasado en dos de los principales costes que puede tener cualquier empresa de transporte por carretera como son el combustible y los salarios, han provocado que Waberer's haya iniciado un proceso de reestructuración con el fin de mejorar su delicada posición actual.
Además del aumento del precio del gasóleo y de la escasez de los conductores, que obliga a aumentar salarios con el fin de atraer nuevos profesionales, la compañía húngara también se ha enfrentado a un exceso de capacidad de transporte durante la segunda mitad del ejercicio, circunstancia que ha lastrado sus resultados de 2018, que, pese a presentar un incremento de un 8,3% en ingresos hasta sumar 731,9 millones de euros, sin embargo ha visto cómo ha retrocedido su EBITDA un 25,2% para situarse en los 64,2 millones de euros al final del ejercicio.
Así pues, con el fin de recuperar la rentabilidad de su actividad, y bajo el mandato de un nuevo consejero delegado, la compañía se centrará en un programa que incluye medidas de recorte de flota y personal, optimización de rutas comerciales, así como de reducción de los costes de tránsito y de combustible, entre otros.
En este sentido, Waberer's quiere pasar de centrar su modelo de negocio en el mantenimiento de una gran flota de transporte para pasar a centrase en obtener un mejor equilibrio entre su flota propia y las unidades subcontratadas con el fin de adaptarse mejor a las necesidades del mercado y volver a ser rentable en el corto plazo.