La situación laboral del sector de la estiba portuaria en Portugal no pasa por un buen momento. Después de las huelgas en el puerto de Lisboa, que se prolongaron desde su inicio el pasado 20 de abril de 2016, en un conflicto que se venía prolongando desde hacía tres años, la paz social parece haberse roto nuevamente.
En septiembre, los estibadores del puerto de Lisboa han iniciado una nueva campaña de movilizaciones, para protestar por la precariedad que supondrá una huelga en el servicio de manipulación de mercancías en el puerto de Lisboa prevista desde este mismo lunes 10 de septiembre con duración prevista hasta el 8 de octubre.
Ante la ruptura de la paz social, las empresas estibadoras que trabajan en el enclave lisboeta han decidido romper el acuerdo suscrito con los sindicatos de estibadores en junio para incrementar los salarios de este colectivo profesional.
Los estibadores piden mejoras en sus condiciones de trabajo y en la negociación colectiva, la eliminación de diferencias salariales para la realización de un mismo trabajo, así como una reducción de la precariedad.
Esta situación ha comenzado a afectar a las escalas que se realizan en la dársena de la capital portuguesa. EA este respecto, Maersk ha anunciado la suspensión de todas las escalas que realiza en el puerto lisboeta. Por el contrario, según la naviera, los servicios que llegan a Sines y Leixoes no se hayan visto afectados y se mantienen según las programaciones.
La naviera ha dirigido los servicios de importaciones previstas para Lisboa al puerto vecino de Leixoes, desde donde podrán ser embarcadas con destino a Lisboa en tren o a través de otro servicio marítimo.