Volvo Trucks ya ha empezado a probar sus unidades de pila de combustible, con el fin de complementar con el hidrógeno sus gama de energías alternativas al diésel, junto con la electrucidad y los combustibles renovables, como el biogás, de cara a la segunda mitad de esta década.
La marca escandinava estima que las unidades equipadas con pila de combustible tendrán una autonomía comparable a la de muchos camiones diésel, de hasta 1.000 kilómetros, hy un tiempo de repostaje de menos de quince minutos.
De igual manera, su peso total puede rondar las 65 toneladas o incluso más, y las dos celdas de combustible tienen la capacidad de generar 300 kW de electricidad a bordo.
El fabricante sueco calcula que los pilotos de clientes comenzarán dentro de unos años y la comercialización está prevista para la última parte de esta década, sobre la base de que los camiones eléctricos de pila de combustible impulsados por hidrógeno serán especialmente adecuados para largas distancias y tareas pesadas, así comol en mercados con un menor despliegue en las infraestructuras de recarga eléctrica.
Las celdas de combustible serán suministradas por Cellcentric, la empresa conjunta desarrollada por Volvo y Daimler Truck, que construirá una de las instalaciones de producción en serie más grandes de Europa para pilas de combustible, especialmente desarrolladas para vehículos pesados.
Sin embargo, la tecnología se encuentra en una fase temprana de desarrollo y entre los principales retos que plantea se encuentra el del suministro a gran escala y con capilaridad de hidrógeno verde.