La dirección de Volkswagen Navarra ha anunciado a los sindicatos que habrá una reducción de 400 puestos de trabajo de una plantilla de aproximadamente 4.500 empleados en la fábrica en el año 2024.
Esta decisión se debe a la disminución en la producción de vehículos de combustión hasta 2026, debido a la transición hacia los automóviles eléctricos y la implementación de la nueva normativa anticontaminación Euro 7.
Una regulación que, según la empresa, impone costosos cambios técnicos que no serán rentables, y cuya última consecuencia es que Volkswagen Navarra dejará de fabricar los modelos Polo y Taigo en marzo del próximo año.
El año pasado, en Landaben se ensamblaron 288.088 vehículos, de los cuales 36.946 fueron del modelo Polo y 96.991 del Taigo, representando un 46,5% de la producción total.
La flexibilización de la aplicación de la normativa Euro 7 permitirá continuar produciendo los modelos Polo y Taigo durante algunos meses más, elevando la producción prevista para 2025 a unos 215.000 coches en lugar de 150.000.
Sin embargo, pesar de esta mejora, la disminución del 33% en la producción durante 2025 y 2026, junto con un recorte del 16% en 2024, aún resultará en un exceso de personal, que la dirección de Volkswagen Navarra ha cifrado en 400 empleados. Se espera que las soluciones se busquen a través de prejubilaciones.
Asimismo, la propuesta de la empresa supone que desde el segundo trimestre del 2024 hasta final de año del 2025, se trabajaría a dos turnos y medio.
Por el otro lado, la producción de prototipos eléctricos, como el SUV de Skoda y el ID.2X, comenzará a finales de 2025, con lanzamientos previstos para el segundo trimestre de 2026.
Por ello, se estima que la producción de vehículos eléctricos y de combustión alcance niveles cercanos a las 350.000 unidades por año en 2027 y 2028, lo que podría conducir a la recuperación de empleos.