El juzgado mercantil 2 de Barcelona ha dado el visto bueno a la homologación del plan de reestructuración propuesto por los acreedores de Celsa mediante la correspondiente sentencia.
En su resolución, el órgano judicial acuerda la homologación del plan de reestructuración al entender que este reúne todos los requisitos legales dado que el importe de la deuda es muy superior al valor de la compañía y que, con la propuesta de los acreedores se asegura la viabilidad del Grupo Celsa.
En este sentido, este instrumento, ya homologado, prevé la capitalización de una parte importante de la deuda, de manera que los fondos de inversión de los acreedores pasen a ser accionistas de la compañía sustituyendo a los actuales propietarios.
Así mismo, la sentencia reconoce a los acreedores la facultad de implementar el plan propuesto, que “es la única alternativa viable a medio plazo para la totalidad del Grupo Celsa”, y les advierte que también “deben cumplir estrictamente sus compromisos, preservando e incrementando el valor de la compañía, manteniendo su integridad, conservando los puestos de trabajo, y ello sin alterar los centros estratégicos de decisión que tanta relevancia tienen para la economía en su conjunto”.
Esta sentencia, según el juzgado mercantil 2 de Barcelona, profundiza en una interpretación económica de la Ley Concursaly proporciona muchos criterios interpretativos para sucesivas situaciones de crisis que puedan favorecer las negociaciones entre deudor y sus acreedores.