Un año después del primer impacto de la pandemia del Covid-19 en todo el planeta, siguen produciéndose cambios estructuralesen la gestión de las cadenas de suministro a escala global.
Si en primer momento, la resiliencia se ha convertido en el valor principal que se busca en la actividad logística, ahora parece que se mira hacia la necesidad de asegurar el mantenimiento de los flujos de mercancías, incluso en condiciones tan duras como las que se dieron la pasada primavera.
Para preservar el movimiento de bienes, los diferentes productores y cargadores a nivel internacional parecen decididos pensar en ampliar el número de proveedoresque suministran servicios logísticos.
En este sentido, una reciente encuesta de Transport Intelligence apunta a que un 43% de los cargadores tienen previsto diversificar su grupo de proveedores logísticos para mejorar la resiliencia de sus cadenas de suministro en 2021.
Con ello pretenden mejorar la gestión de riesgos, ganar flexibilidad y potenciar el acceso de los operadores logísticos a la tecnología para aportar valor añadido en todo lo que se refiere a la información que genera la cadena de suministro, algo crucial en momentos de crisis, con el fin de poder adoptar medidas de corrección y mejora en tiempo real.
De esta manera, los cargadores quieren asegurarse de que están en condiciones de mover mercancías incluso en crisis de capacidadcomo la que se produjo durante los meses más duros de la pandemia, cuando se establecieron drásticas medidas de limitación de la movilidad en gran parte del continente europeo.