Según informa hoy elideal.es en su edición de Almería, Ferrmed, el 'lobby' no descansa en su batalla para arrancar a los países miembros de la Unión Europea un compromiso claro y tangible para que la futura Red Ferroviaria Prioritaria Transeuropea se adentre hasta el sur peninsular español mediante el Corredor Mediterráneo. La misma se encuentra en un momento crucial, del que dependerá que se lleve a cabo tal y como defiende este grupo de presión o caiga en saco roto. El Ministerio de Fomento ya ha comunicado a Ferrmed que en febrero próximo dará a conocer su postura sobre el trazado y si asume o no, lo que plantea este 'lobby'.
Almería se juega el todo en la decisión que adopte el departamento que encabeza José Blanco, puesto que Ferrmed considera una prioridad dentro del mencionado Corredor Mediterráneo, el que la provincia cuente con dos grandes ejes y no con tan sólo uno, como era la propuesta original. Una nueva línea que por el interior uniría la ciudad murciana de Lorca con Granada a través del antiguo trazado por el Almanzora; y otra, la que figura en numerosos documentos de estudio desde hace un buen número de años y que sería la prolongación costera del trazado que llega desde la frontera francesa hasta Almería y que tendría continuación por el Poniente y Málaga, hasta concluir igualmente en Algeciras.
En el primero de los casos, Ferrmed propone reconstruir la antigua línea Almendricos-Baza y remodelar la que une Granada con Antequera y Algeciras, para que puedan circular por las mismas trenes AVE y mercancías. Lo mismo ocurriría en la segunda de ellas, por la que también transitarían trenes de alta velocidad y de transporte. En ningún caso se interrumpirían el paso unos a otros, puesto que cada uno de ellos utilizaría sus propias vías. Es decir, corredores con doble línea de alta velocidad y ancho europeo.
Retraso y frustración
Para Joan Amorós, secretario general de Ferrmed, estas dos líneas ferroviarias que tendrían que cruzar la provincia almeriense, si finalmente se materializase la apuesta que defiende este grupo de presión, son precisamente «las más retrasadas» en el mapa de la Red Transeuropea y las que precisan de una «más decidida voluntad por parte de las distintas administraciones».
Un impulso político como el que reclama Ferrmed que hasta el momento no se ha producido. Más bien ha ocurrido todo lo contrario, pues en la reciente cumbre que reunió en Bruselas a parlamentarios europeos con una amplia representación de Ferrmed con el objetivo de impulsar el Corredor Mediterráneo, la delegación almeriense fue prácticamente inexistente... y eso que la mayor parte de las instituciones públicas y organizaciones de la provincia están integradas en Ferrmed y han asumido el manifiesto al que la asamblea de esta organización dio su visto bueno en Marsella, el pasado 15 de diciembre. Ayer, de hecho, lo hacía la Cámara de Comercio en un comunicado junto a las de Cataluña, Comunidad Valenciana y de la Región de Murcia.
¿Qué hay en juego?
La importancia de que la provincia de Almería quede enganchada al Corredor Mediterráneo con continuidad y por consiguiente a gran parte del continente europeo por ferrocarril, no es pequeña. Por lo pronto según las estimaciones que baraja Ferrmed, las inversiones necesarias y adicionales a las que ya están planificadas por el Gobierno de España, suponen un montante total de 14.000 millones de euros. Una cantidad que habla por sí sola del movimiento económico que generaría entre las empresas encargadas de ejecutar tales obras y cuya financiación podría seguir el modelo de una aportación público-privada, al 50% de su capital. La rentabilidad de tal gasto sería considerable y según Ferrmed alcanzaría nada menos que del orden del 11,1%, en tasa interna.
Aunque Ferrmed no tiene hecho un cálculo por provinvia sobre las ventajas que proporcionaría el transporte de mercancías desde el sureste peninsular hasta la frontera francesa y de allí a cualquier punto de centroeuropa o de los países nórdicos, resulta evidente que aminoraría extraordinariamente el coste logístico que, por ejemplo, tiene poner en esos mercados toda la gran producción de frutas y hortalizas que se cultivan en Almería. Especialmente en el Poniente, que hoy en día precisa trasladarlas a sus destinos mediante camiones frigoríficos que emplean varios días de viaje. Asimismo, la segunda pata de dicho corredor posibilitaría la exportación vía ferrocarril de los productos de la segunda industria de la provincia, la piedra natural, que a día de hoy también tiene que utilizar la carretera como único medio posible para dar salida a su producción.
Estas dos líneas, estratégicamente vitales para la ubicación logística de la provincia, se complementarían con el eje ferroviario transversal de altas prestaciones, la línea Almería-Granada. Algo que revertiría la situación de aislamiento que vive actualmente la provincia en materia ferroviaria.