Al contrario que GT, Same, Otep, USO y Sintramar, que han decidido convocar una huelga en la actividad de remolque portuario para el próximo 16 de febrero, desde UGT ha considerado que "mientras haya la posibilidad abierta de diálogo para la resolución de los posibles conflictos existentes en la actividad no creemos conveniente entrar en una convocatoria de huelga".
Durante la reunión del 5 de febrero ante el SIMA, que "concluyó sin acuerdo", se expusieron los "incumplimientos de las jornadas máximas, prevención y seguridad a bordo, así como la vulneración de la buena fe negocial e incumplimiento de los convenios colectivos". En este último aspecto, sin embargo, se ha reconocido que los mismos "se producían en determinadas empresas y no en la generalidad de la actividad".
Asimismo, otro motivo hace referencia "de pasada", a la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo para crear un marco sobre el acceso al mercado de servicios portuarios, lo que implicaría una liberalización del sector.
En concreto, se han tratado los efectos que tendría el proyecto en los señalados incumplimientos de jornadas máximas, prevención y seguridad. Sin embargo, desde UGT se ha apuntado a que "precisamente, aún está en discusión y no se tiene clara su entrada en vigor", por lo que no puede ser considerado propiamente como un objetivo de la huelga.
Por último, un motivo distinto ha llevado a CCOO a presentar un preaviso de huelga para el mismo día. En este caso, se trata de la apertura de una mesa negociadora para la consecución de un convenio colectivo estatal para el remolque portuario.
La patronal comprende "la preocupación"
Desde UGT, tras realizar asambleas con sus afiliados, se ha entendido que dichos incumplimientos "deben ser resueltos dentro del ámbito correspondiente", aunque han trasladado su "mayor preocupación" ante la propuesta de Reglamento Comunitario por sus posibles efectos para el empleo y las condiciones laborales en la actividad, al facilitarse la entrada de remolcadores de pabellón comunitario.
Por ello, el sindicato ya está llevando a cabo las gestiones pertinentes ante organismos nacionales e internacionales con objeto de concienciar a los mismos de los "adversos efectos" que conllevaría la entrada en vigor de dicho Reglamento Comunitario. En este sentido, se ha reunido recientemente con la Dirección General de la Marina Mercante para informar sobre esta preocupación.
Por su parte, la patronal de remolcadores, Anare, ha expresado su oposición a la convocatoria de la huelga, aunque ha comprendido "la preocupación expresada por la incertidumbre creada por la propuesta de Reglamento Comunitario".
Por ello, la patronal ha ofrecido la apertura de una mesa de diálogo para tratar el asunto, a lo que UGT ha respondido proponiendo incluir todos los conflictos abiertos en el sector, propuesta que "fue bien vista por la representación patronal y CCOO".
Llegados a este punto, "sólo quedaba conocer la posición de los convocantes, quienes decidieron no aceptar un acuerdo en ese sentido ya que consideraban que no tenían capacidad suficiente para el mismo hasta que no consultaran con las bases", según ha informado UGT. No obstante, el sindicato ha considerado que "mientras haya posibilidad de apertura de una mesa de diálogo para la resolución de los posibles conflictos existentes en la actividad, no creemos conveniente entrar en una convocatoria de huelga".