Transportistas y cargadores ensayan en España, como parte de un programa piloto inédito a nivel europeo, medidas de colaboración para mejorar las condiciones de trabajo de los conductores.
La iniciativa, liderada por Transprime, como miembro del European Shipper' Council, con la colaboración de CETM y Astic, como integrantes de la IRU en España, y con los sindicatos de ITF, pretende difundir e impulsar la adopción de las medidas que forman parte del manifiesto suscrito por ambas entidades internacionales hace unos meses para que los conductores profesionales vean mejorados su dignidad y estatus.
De este modo se hace realidad un proyecto en el que el European Shipper' Council y la IRU han trabajado durante tres años, con el fin de poner de acuerdo a cargadores y transportistas con el fin de dignificar la profesión, en un escenario en el que la escasez de chóferes es cada vez más alarmante.
Como resultado, la Global Shippers Alliance, la IRU e ITF suscribieron el pasado mayo la Carta del conductor, en la que se establece compromisos para los cargadores, operadores de transporte y conductores para elevar los estándares globales de calidad.
En este sentido, este convenio ofrece un marco de entendimiento para introducir mejoras en los lugares de carga y descarga, sobre la base de que el respeto hacia los conductores implica a todos los actores de la cadena de suministro, dado el papel fundamental que cumplen, tal y como ha quedado demostrado durante la pandemia y, en los últimos meses, con motivo de la crisis de suministro que se está viviendo a escala global.
En concreto, la Carta aborda temas como las trabas para la contratación, propone la creación de espacios seguros de carga y descarga para conductores, así como el cumplimiento de las leyes y estándares sobre los sitios de carga y descarga.
De igual manera, también se reinvidica al transporte por carretera como un eslabón vitalen la cadena de suministro y un sector esencial para el funcionamiento de la economía mundial, al tiempo que se reclaman condiciones laborales dignas para los conductores profesionales.
El reto es mayúsculo e, independientemente de las opiniones en relación con la necesidad de un marco legal al respecto, los tres actores internacionales consideran que la colaboración es imprescindiblepara cambiar la actual situación de los conductores.