La administración concursal de Transportes Ochoano ha podido alcanzar un acuerdo con los proveedores de la compañía que garantice su continuidad, por lo que finalmente, se procederá a su liquidación.
Así ha informado en el día de hoy la propia paquetera a sus clientes, indicándoles que desde hoy mismo quedan cancelados los servicios de entrega y reparto, tal y como se indica en su página web donde también señala que "no podemos garantizarles nuestros servicios de reparto y recogida".
De esta forma, se pone fin a un proceso que se inició el pasado mes de junio de 2012 cuando la compañía solicitó la situación concursal ante el Juzgado Mercantil de Zaragoza. Desde entonces, la nueva administración nombrada por el Juzgado ha estado analizando la situación de la empresa y negociando con los diferentes acreedores para intentar normalizar su situación, propósito que finalmente no ha sido posible alcanzar.
El pasado mes de diciembre, la administración concursal de Ochoa y el comité de empresa de la compañía cerraron un acuerdo sobre el último ERE que la empresa había planteado con el objetivo de hacer viable la actividad de la compañía. Según señaló en su momento a cadenadesuministro.es fuentes de UGT que participaron en la negociación, el ERE afectó a 150 trabajadores que percibirán una indemnización de 23 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
En este tiempo, los gestores actuales también han procedido al cierre del negocio logístico de Ochoa, habiendo clausurado la mayoría de las plataformas logísticas con las que contaba la compañía por toda España.
Este pasado sábado los trabajadores despedidos de la empresa Transportes Ochoa y los autónomos que le prestaban servicio se manifestaron por las calles de Zaragoza para reivindicar el cobro de sus nóminas y de las indemnizaciones correspondientes a sus despidos.
Según han informado a cadenadesuministro.es fuentes próximas a la compañía, en estos últimos meses se habían iniciado conversaciones para lograr la entrada de un operador logístico europeo, con el fin de relanzar la compañía, pero finalmente no se ha alcanzado un acuerdo por discrepancias en las condiciones planteadas por la propiedad.
Se inicia ahora el proceso de cierre ordenado de la compañía, existiendo el dinero y la voluntad para hacer frente a los pagos a proveedores