La naviera sueca Stena Line ha encargado a Wärtsilä la conversión de algunos de sus buques y permitirles funcionar con combustible de metanol. Esta medida se enmarca dentro del objetivo de Stena Line de liderar el transporte marítimo sostenible y la descarbonización de la industria.
Las conversiones incluirán modificaciones en los sistemas de suministro de combustible y motores, así como la integración con los sistemas existentes de los buques. Wärtsilä registró estos contratos como pedidos recibidos este mismo mes de junio.
La utilización de metanol como combustible permitirá a los transbordadores cumplir con diversas regulaciones actuales y futuras, como el Indicador de Intensidad de Carbono (CII), FuelEU Maritime y el objetivo de reducción de GEI de la OMI 2050.
Stena Line considera el metanol como un combustible alternativo viable para lograr su estrategia de descarbonización, y ha destacado la experiencia positiva previa de Wärtsilä en la conversión de buques para operar con metanol.
Ambas compañías comparten el compromiso de impulsar la descarbonización del transporte marítimo y Wärtsilä ha invertido en el desarrollo de motores capaces de utilizar combustibles neutros en carbono y de carbono cero.
El paquete completo suministrado por Wärtsilä incluirá instrumentación, válvulas de depósito de combustible, bombas de transferencia, unidades de bombeo de combustible de metanol, automatización del sistema, conversiones de motores y actualización de la automatización de la sala de control del motor. Se espera que las conversiones se realicen en 2025.
Wärtsilä cuenta con 17.500 profesionales en más de 240 ubicaciones en 79 países, y en 2022 las ventas netas de la empresa ascendieron a 5.800 millones de euros.