Históricamente el semirremolque se ha considerado un elemento arrastrado y pasivo en cuanto a generar tracción para el conjunto. Eso está llamado a cambiar con la electrificación y la incorporación de elementos capaces de generar electricidad con el movimiento, que convenientemente almacenada, se puede utilizar para generar una tracción suplementariaa la generado por la tractora.
Durante años, ZF ha desarrollado tecnología para semirremolques con el objetivo de lograr la máxima eficiencia, independientemente del tipo de tren motriz que utilicen. Según esto, los camiones diésel pueden transformarse en vehículos híbridos y los camiones eléctricos (con batería o pila de combustible) pueden recibir un impulso adicional.
Esta solución es posible integrando el eje eléctrico AxTrax 2 de ZF junto con un sistema de batería con módulos de batería y gestión de batería en el semirremolque. Esto permite recuperar la energía de frenado, y la potencia recuperada puede apoyar la tracción y complementar la carga de trabajo del motor principal de la tractora, pudiendo reducir el consumo de combustible y las emisiones de un camión diésel hasta en un 16%.
Con una versión enchufable opcional, este ahorro podría incluso aumentar hasta el 40%. Los camiones que ya disponen de una propulsión puramente eléctrica (BEV o pila de combustible) pueden utilizar la propulsión eléctrica adicional del semirremolque como una vía para aumentar de autonomía con cero emisiones.
Los beneficios serán aún mayores una vez que el sistema esté aprobado para su uso en carretera: El e-Motor / e-Drive adicional ofrece mucho más que recuperación, ahorro de combustible y emisiones y ampliación de la autonomía. Hace que el transporte sea más eficiente mediante el Drive-Off-Support que proporciona hasta un 80% más de fuerza de tracción en terrenos resbaladizos y el Traction Boost, que mejora del tiempo de aceleración hasta en un 50%, lo que resulta especialmente útil al incorporarse a la autopista o en adelantamientos.
La recuperación de hasta el 60% minimiza las pérdidas de calor de la energía de frenado y las emisiones de partículas de los frenos. Admite sistemas de toma de fuerza eléctrica para alimentar equipos de frío y otros auxiliares eléctricos externos
La generación más reciente de soluciones puede ahorrar hasta 5.200 litros de gasóleo al año por vehículo en el transporte de distribución. Esto equivale a una disminución de las emisiones de hasta 13,5 toneladas de CO2.
El ahorro también es sustancial también en la logística de larga distancia: hasta 3.100 litros de gasóleo y 8,1 toneladas de CO2 por vehículo y año. Para una flota de 30 vehículos, esto supondría un ahorro de entre 155.000 y 260.000 euros al año, de acuerdo con los precios del combustible en la UE en julio de 2023.
Se espera que los primeros semirremolques eléctricos circulen por las carreteras de la UE, una vez obtenida la pertinente autorización.