Maersk fabricará parte de estos contenedores en Chile y el resto, en China.
A pesar de la voraz competencia de los grandes operadores, las navieras de mercancía refrigerada tradicionales, lejos de tirar la toalla, parecen haber apostado por renovarse y comienzan también a invertir en buques portacontenedores para transportar su mercancía.
El mejor ejemplo es Seatrade, el mayor operador de mercancía refrigerada del mundo, con una cuota del 14,7% y 57 buques capaces de transportar 849.505 m³ de producto fresco. En julio de 2015, la naviera encargó a los astilleros chinos de Zhejian la construcción de cuatro buques de 2.200 TEUs, con opción a pedir otros cuatro idénticos, con el objetivo de transportar casi en exclusiva contenedores de 40' con mercancía refrigerada.
En esta línea, Seatrade ha elegido a Maersk Container Industry como el proveedor oficial de su flota de contenedores 'reefer'. El operador ha realizado un pedido de 4.000 contenedores refrigerados 'Star Cool Integrated', que estarán equipados con la última tecnología para proteger la carga perecedera durante el transporte de larga distancia, con el mínimo consumo de energía.
Este encargo reforzará su logística para la mercancía sensible y perecedera, en la que la tecnología juega un papel fundamental. Por ello, ha realizado una serie de pruebas antes de decidirse por este modelo de contenedor.
En concreto, se han monitorizado envíos de plátanos de Ecuador a Alemania en este tipo de contenedor, controlando las condiciones de la carga y el consumo de energía hasta la llegada al destino. Los resultados han confirmado unos costes operativos reducidos y unas bajas emisiones de CO2.
Uno de los objetivos era lograr un tiempo de conservación adecuado, ya que la mayor parte de productos que envía el operador son frutas y verduras, que requieren un transporte refrigerado adaptado a los cambios de temperatura, en el que se garantice la monitorización de la mercancía.
Así, todos los contenedores adquiridos estarán equipados con un sistema de ventilación automático y un gran número de ellos incorporará un sistema de Control Atmosférico (CA), pudiendo añadirse también en los restantes dependiendo de la demanda.
Por su parte, la eficiencia energética se ha visto mejorada con el software 'StarConomy', que reducirá significativamente el gasto de energía sin comprometer la calidad.
El pedido de 55 millones de dólares, se fabricará en las factorías de San Antonio, en Chile, y el resto en sus instalaciones de Qingdao, en China. Está previsto que la entrega se lleve a cabo en diciembre de 2016.