Rusia ha anunciado que se retirará del Centro Conjunto de Coordinación en Estambul, que gestionaba el acuerdo para la exportación de cereales de Ucrania a través del Mar Negro durante el conflicto bélico.
Este acuerdo, mediado por la ONU y Turquía, permitió la exportación de más de 32 toneladas de alimentos desde Ucrania a 45 países. Sin embargo, Rusia ha manifestado su intención de poner fin al mismo, alegando incumplimientos en las condiciones pactadas.
Desde Turquía se ha tratado de extenderlo, pero Rusia ha decidido no prorrogarlo, al considerar que se se han incumplido exigencias clave, como la reconexión de su banco agrícola al sistema SWIFT, levantar sanciones a repuestos para maquinaria agrícola, desbloquear logística y seguros de transporte, y descongelar activos.
Según el Kremlin, una vez que se cumpla la parte rusa de los acuerdos, Rusia restablecerá el acuerdo inmediatamente. Su portavoz también negó que la suspensión del pacto esté relacionada con el reciente ataque al puente de Crimea, y afirmó que ambos eventos no están vinculados de ninguna manera.
La parte ucraniana ha abogado por mantener operativo el corredor del grano, incluso sin la participación de Rusia, asegurando que su país no violó ningún acuerdo.
Por su lado, la ONU ha lamentado la decisión de Rusia y advirtió que esta suspensión será perjudicial para las personas necesitadas y afectará a países en desarrollo, ya que cientos de millones de personas se enfrentan al hambre y a una crisis global del costo de la vida.
Rusia y Ucrania habían alcanzado el pasado mes de marzo un acuerdo para la renovación del tratado que permitía la exportación de cereales por vía marítima desde puertos ucranianos del mar Negro.
En su rúbrica avisaron que, si en dos meses no se eximía de sus sanciones a toda la cadena de operaciones que acompañan al sector agrícola ruso, Moscú suspendería su participación en este acuerdo.
Rusia y Ucrania exportaban alrededor de un 30% del total mundial de trigo antes del inicio de la invasión. La suspensión de los tráficos marítimos de mercancías a través del mar Negro a causa de los ataques rusos provocó una subida significativa de los precios de los cereales.