Mayo ha vuelto a ser un mes intenso para el sector logístico en general y, de manera particular, para el segmento de carga aérea.
En este sentido, los registros de Iata señalan que la demanda de servicios de carga aérea mundial se ha resentido en marzo por la invasión de Ucrania y el brote de covid en China, así como por la inflación y la caída de los intercambios comerciales.
Al tiempo, sin embargo, el tráfico de carga de los aeropuertos europeosha crecido durante el primer trimestre, aunque de manera irregular a causa de la invasión de Ucrania.
De igual modo, el aumento de capacidad de la carga aérea entre Europa y los Estados Unidos provoca un descenso de las tasas, según Xeneta, que apunta también a un progresivo descenso de las tasas tanto a corto como a largo plazo en las dos primeras semanas de mayo.
En mayo se han producido diversos movimientos empresariales en el segmento de carga aérea.
Esta pujanza del transporte aéreo se traduce también al ámbito empresarial, en el que durante el mes han destacado movimientos como el de CMA-CGM, que ha dado un paso definitivo en el ámbito de la carga aérea de la mano Air France-KLM Group, con la que ha suscrito un acuerdo de colaboración para la próxima década.
Además, Correos Cargo conecta Madrid con Hong Kong dos veces a la semana con servicios regulares que se suman a los vuelos chárter de carga anunciados en marzo y que buscan favorecer la internacionalización de las empresas españolas.
Por otra parte, persisten las disrupciones en las cadenas, aunque un reciente informe de Crédito y Caución, se está produciendo una resolución lenta y gradual de todas las perturbaciones logísticas, sin relocaiizaciones masivas de producción.
En este sentido, las interrupciones de la cadena de suministro ya son la segunda mayor preocupación de las empresas, principalmente debido a las tensiones actuales es la dependencia de las industrias mundiales de China, lo que obligaría a una reordenación de la globalización.
El normal funcionamiento de las cadenas de suministro sigue afectado por la incertidumbre.
Así mismo, la caída en la fiabilidad del transporte marítimo fuerza cambios en las previsiones de stocks logísticos, con incrementos en los volúmenes que las empresas guardam en almacén.
En este contexto, la Eurozona perderá un 7,7% de su PIB en 2023 por la crisis en la cadena de suministro, en una situación que podría verse agravada por la evolución de la invasión rusa de Ucrania.
También la logística urbana ha tenido su protagonismo en mayo, con una sensación de que el modelo de las plataformas digitales de repartoha entrado en crisis, según constatan los movimientos de repliegue que han iniciado Gorillas y Getir.
En este mismo ámbito, los operadores logísticos piden un mejor acceso para conseguir flotas más sostenibles y una regulación homogénea que facilite la actividad, según un reciente estudio de Aecoc.