El mes de marzo de 2020 pasará a la historia por la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno para contener la propagación del Covid-19 por el país. Esto, como era de esperar, ha tenido un fuerte impacto en todo tipo de transportes. En el caso del marítimo, se ha visto muy restringido, limitándose los desplazamientos de viajeros al mínimo y utilizándose únicamente para hacer llegar suministros básicos a la población.
En este sentido, España ha prohibido la entrada de crucerosprocedentes de cualquier destino y conviene apuntar que muchas de las líneas de este tipo han finalizado los recorridos ya iniciados, pero han pospuesto el resto de viajes al menos hasta mediados de abril. A su vez, el sector de los ferries ya ha pedido ayuda a los Gobiernos para ser incluido en los paquetes de medidas económicos.
En cualquier caso, los puertos españoles mantienen la operativa de mercancías para garantizar el suministro de productos de alimentación e higiene a la población, así como la llegada de medicamentos y equipos médicos a todas las zonas del país.
El Ejecutivo español mantiene los tráficos ro-ro durante el estado de alarma con Ceuta y Melilla, así como con Canarias y Baleares. Además, el Ejército se ha desplegado en las infraestructuras críticas portuarias para efectuar su correcta desinfección en lo que se ha denominado Operación Balmis.
Puertos españoles
En otro orden de cosas, los puertos españoles han dedicado esfuerzos durante el tercer mes del año a seguir avanzando en ciertos proyectos que tenían pendientes. Por ejemplo, el de Huelva invertirá tres millones de euros en su propia plataforma de digitalización portuaria y mejorará la interoperabilidad ferroviaria en sus instalaciones.
El puerto de Valencia está buscando mejorar su consumo energético y ha puesto en marcha iniciativas para la conexión de los buques a la red eléctrica.
El estado de alarma ha obligado a Maersk a cambiar sus planes en la instalación onubense, donde había programado la primera escala de un servicio feeder en el tercer mes del año. Mientras, el puerto de Cádiz está centrado en su nueva terminal de contenedores, que actuará como una dinamo para la actividad, y ha adjudicado su nuevo plan director de tecnología.
En Tarragona, siguen avanzando en su Zona de Actividades Logísticas, que empezará a mover mercancías en 2022, con un incremento de los tráficos previsto de entre dos y cuatro millones de toneladas al año. En lo que respecta al puerto de Barcelona, concentrará sus próximas inversiones en la innovación y la digitalización.
Por su parte, en Valencia están en marcha algunas iniciativas para la conexión de los buques a la red eléctrica. También diseñará un plan para reducir el impacto ambiental del transporte portuario y está buscando mejorar su consumo energético. Asimismo, a principios del mes de marzo ha licitado el concurso para la construcción y explotación de la nueva terminal de pasajeros.
Conviene apuntar también que en Algeciras, la conexión ferroviariavuelve a estar operativa tras los últimos trabajos realizados por Adif. El reinicio de la actividad ferroviaria permitirá reforzar la cadena logística de esta instalación y mejorar el servicio de distribución tanto en Andalucía como en España.
A nivel internacional, una de las noticias más señaladas ha sido la prolongación del reglamento europeo sobre las alianzas marítimas para que las navieras puedan seguir prestando servicios conjuntos siempre que no superen una determinada cuota de mercado en conjunto.