Desde hace algo más de dos décadas largas, la tecnología ha cambiado radicalmente la gestión de la cadena de suministro.
Sin embargo, la actual crisis sanitaria pueda actuar de acelerador en un proceso que ya se consideraba imparable desde hace tiempo y del que, a juicio de los expertos, habrán de salir cadenas de suministro más resistentes, centradas en la colaboracióin y pendientes de la gestión de riesgos.
De igual manera, en este panorama también se vislumbran cambios en la manera que han tenido las empresas hasta ahora de afrontar el inventario, con un nuevo equilibrio entre compromiso financiero y seguridad en el flujo.
En idéntico sentido, el comercio electrónico está jugando un papel crucialen el abastecimiento a la población, ante unas medidas de confinamiento y limitación de movimientos que paulatinamente están descendiendo, a medida que la pandemia parece, a priori, más controlada.
El comercio electrónico ha garantizado el vínculo con los clientes durante la crisis sanitaria.
Textil y alimentación se agarran al on-line
Pese a ello, también el canal on-line se enfrenta a las graves incertidumbres que deja la salida de una grave crisis sanitaria, aunque, por otro lado, tanto el textil, con inventarios acumulados, como la alimentación lo ven cada vez más como la única tabla de salvación ante la más que previsible falta de afluencia de los clientes a unos establecimientos cuya operativa va a cambiar radicalmente.
Precisamente en la alimentación, durante el último mes, han proliferado las colaboraciones entre la gran distribución y diferentes plataformas del sector, como es el caso de Dia o de Carrefour, aunque en este caso para productos del hogar, con Mercadona también subiendo su apuesta por on-line.
La experiencia se extiende también a las tiendas de conveniencia de las gasolineras, como es el caso de BP, mientras que, al tiempo, El Corte Inglés reorienta alguno de sus centros.
Diferentes expertos vaticinan, además, que procesos en los que la tecnología tiene un alto valor añadido, incluyendo automatización y robotizaciónde tareas, podrían verse impulsados por la crisis sanitaria, aunque, por otro lado, una visión más realista también pone, al mismo tiempo, el acento sobre las dificultades de financiación que podrían encontrar todos estos proyectos en un entorno de clara recesión como el que se avecina y una mayor necesidad de colaboración.
En esta línea, ya se han empezado a ver algunas experiencias, como es el caso de DHL o de Geodis. Mientras, al mismo tiempo, en el sector de paquetería, las empresas se han lanzado a las entregas de cero contacto, como, por ejemplo, Nacex.
Mercadona ya tiene operativa su colmena de Getafe-
Incertidumbre en la vuelta a la "nueva normalidad"
Frente a esto, hay sectores que están sintiendo esta crisis de manera acentuada, como es el caso del transporte aéreo, cuya situación es de extrema gravedad, con 25 millones de empleos en riesgo, una evidente falta de liquidez y el segmento de carga aérea perdiendo volúmenes con rapidez, en una situación de mercado un tanto extraña, dada la falta de oferta que ha provocado el parón de los vuelos de viajeros a escala planetaria.
Por otro lado, en China, donde la situación parece ya camino de volver a condiciones normales, Alibaba pretende seguir apuntalando su posición hegemónica en el mercado del comercio electrónico en Asia.
En este conexto incierto, no solo a nivel nacional, sino en todo el mundo, con poca visibilidad sobre precios y capacidad, habrá que ir viendo cómo se adapta el sector, tras la debida transición, a lo que el Gobierno ha dado en llamar una "nueva normalidad".
El transporte aéreo está sufriendo mucho la crisis sanitaria.