Iberia y Repsol han firmado un convenio para avanzar hacia una movilidad más sostenible, que se traducirá en la investigación y producción de combustibles sostenibles para la aviación.
También se avanzará en la producción y suministro de electricidad e hidrógeno renovable para descarbonizar la flota de vehículos terrestres de la aerolínea, y en la introducción de sistemas de gestión avanzados e inteligencia artificial en sus instalaciones, así como el fomento del autoconsumo.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, han formalizado este acuerdo estratégico, que permitirá el desarrollo de una solución multienergética para cubrir la demanda del sector, en el que la electrificación presenta dificultades.
Además, las dos compañías han configurado un grupo de trabajo, formado por representantes de ambas, en el que se concretarán todas las actividades y proyectos de futuro.
Iniciativas en marcha
Iberia forma parte de IAG, que ha sido el primer grupo aéreo en comprometerse a lograr las cero emisiones netas en 2050. Además, en 2030 sus aerolíneas operarán un mínimo de un 10% de sus vuelos con combustibles de origen sostenible.
El grupo adquirirá un millón de toneladas de combustible de aviación sostenible al año, lo que le permitirá reducir las emisiones de carbono en dos millones de toneladas para 2030. Además, extenderá su compromiso de emisiones netas cero de CO2 a su cadena de proveedores.
En el caso concreto de Iberia, tiene en marcha iniciativas de renovación de flota, reducción del consumo de combustible y electrificación, entre otras, además de estar apostando por la digitalización de servicios y la compensación de la huella de carbono.
Por su parte, Repsol ha sido la primera compañía de su sector en apoyar el Protocolo de Kioto, en emitir un bono verde y en fijarse la meta de alcanzar las cero emisiones netas en 2050.
Para ello, ha presentado un Plan Estratégico 2021-2025 que marcará su transformación en los próximos años y supondrá una aceleración en la transición energética.
En 2020, produjo los dos primeros lotes de biojet del mercado español en sus centros industriales de Puertollano y Tarragona, aunque extenderá su fabricación a otras instalaciones de España.
Además, tiene en marcha iniciativas para fabricar combustibles de bajas emisiones basados en residuos y también producirá combustibles sintéticos a partir de hidrógeno renovable y CO2, que podrán utilizarse en los motores actuales de los aviones.