Repsol presentó el pasado miércoles 12 de febrero en la Autoridad Portuaria de La Coruña la solicitud oficial de una concesión en el puerto exterior, cumpliendo de esta forma los trámites y los plazos que se habían fijado en el acuerdo firmado el pasado 14 de octubre.
Así, Repsol incluye en su solicitud la construcción y explotación de una terminal de graneles líquidos para descarga de crudo destinada a su uso particular, un pantalán, el tramo del poliducto que discurrirá por dominio público portuario y el rack de tuberías que comunicará este con la terminal.
La ocupación de superficies será de 15.000 m² en el caso de las tuberías, 20.000 m² de lámina de agua; y 30.000 m² correspondientes a la parcela de la terminal, y además, Repsol prevé una posible ampliación en 285.000 m² adicionales.
La solicitud es por 35 años, que es el plazo máximo que permite la ley, aunque se incluye la posibilidad de prórroga.
La multinacional española avanza así en el compromiso adquirido en el mencionado acuerdo, que establece el traslado de los tráficos de petróleo crudo, coque y azufre, desde su actual ubicación en el muelle de San Diego, hasta el puerto exterior.
La entrada en servicio de la terminal de Punta Langosteira se producirá, como plazo máximo, en el mes de abril de 2018.
El equipo de trabajo formado por técnicos de Repsol y de la Autoridad Portuaria ha mantenido ya varias reuniones al objeto de agilizar todos los trámites y permisos que son necesarios para el desarrollo de las obras, con la finalidad de cumplir este plazo y adelantarlo en la medida de lo posible.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, ha recordado que el traslado de la terminal de Repsol es uno de los motivos principales que llevó a la construcción del puerto exterior.
Por ello, la institución pública colaborará en todo lo posible para que la operación se lleve a cabo con celeridad y en las mejores condiciones técnicas, dada su trascendencia para la ciudad.
Esta solicitud supone también un hito para el desarrollo del puerto exterior, que en la actualidad acoge la tercera fase de las obras, con las que se dotará de plena operatividad a la dársena, al tiempo que continúan las operaciones de carga y descarga de mercancías.