Renault y Volvo han suscrito un acuerdo para poner en marcha una nueva sociedad conjunta con participación a partes iguales dedicada a la producción de vehículos comerciales eléctricos.
Las dos marcas prevén invertir trescientos millones de euros cada una a lo largo de los próximos tres años para poner en marcha el proyecto.
De igual modo, el acuerdo incluye también el compromiso del grupo naviero francés CMA-CGMpara incorporarse a esta 'joint venture' merced a una inversión de 120 millones de euros que se canalizará a través de su fondo Pulse, un instrumento del conglomerado galo para acelerar la descarbonización del sector logístico y de transporte.
Los tres socios esperan que la nueva entidad se ponga en marcha durante los primeros meses de 2024, una vez reciba luz verde de las autoridades de competencia correspondientes, de tal modo que empezará a operar en el tráfico mercantil de manera independiente y bajo su propia marca, desde una sede en Francia.
El objetivo es que la nueva compañía esté en condiciones de producir en serie una nueva gama de vehículos comerciales eléctricos para 2026, aprovechando las inversiones realizadas por Renault y Volvo en investigación y desarrollo en el campo de la electrificación.
A su vez, CMA-CGM aportará la visión del sector logístico y de transporte, con el fin de adaptar los vehículos comerciales eléctricos que se fabricarán en el futuro a las necesidades de los operadores. De igual manera, la entrada de la naviera francesa en esta iniciativa empresarial también deberá contar con la aprobación de las autoridades de competencia.
Renault y Volvo mantienen estrechos vínculos en el ámbito de la producción de vehículos comerciales ligeros desde hace más de 35 años.